Una celda galvánica está formada por dos soluciones con electrolitos fuertes (para que haya una buena conductividad), dos electrodos, un ánodo y un cátodo, un puente salino entre las dos soluciones y una parte externa que conecta el ánodo con el cátodo. Ahora, un ánodo se oxida, liberando electrones, y el cátodo se reduce, obteniendo electrones. Lo que sucede en resumen dentro de una celda voltaica, es que a partir de una reacción redox, se genera un flujo de electrones del ánodo al cátodo. Explicare paso a paso que sucede, desde el ánodo hasta el cátodo. Si se tiene un ánodo de magnesio (Mg) y una solución de sulfato de magnesio (MgSO4), ocurre una reacción de oxidación, haciendo que la tira de magnesio vaya perdiendo masa ya que el Mg al soltar electrones, se convierte en Mg2+ aumentando así la concentración de la solución de sulfato de magnesio. Ahora, en la tira de magnesio, se empieza a aumentar la presión de electrones que después van a fluir al otro electrodo, en este caso de cobre. ¿Por qué fluyen los electrones del ánodo al cátodo? Pues por la diferencia de potencial entre los electrodos. Como el cátodo de cobre (Cu) se encuentra en una solución de Sulfato de Cobre II (CuSO4) el cobre empieza a reducirse, disminuyendo así la presión de electrones, y esta diferencia hace que los electrones fluyan hasta el ánodo. Es importante mencionar que el ánodo de cobre comienza a aumentar de masa, y la solución de sulfato de cobre, empieza a disminuir en concentración. ¿Por qué? Pues porque cuando la solución empieza a recibir electrones, los iones (Cu2+) se empiezan a convertir en (Cu) metálico, perdiendo así la concentración original y aumentando la cantidad de cobre. Gracias a este flujo de electrones, se genera electricidad, pudiendo así emplearse la energía para encender una bombilla o hasta un coche.
lunes, 19 de mayo de 2008
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